Kurdistán es una zona situada en el occidente de Asia, al norte de Oriente Medio y al sur de Transcaucásica. Su territorio está repartido entre cuatro estados: Turquía, Irak, Irán, Siria y una pequeña zona de Armenia.
Los kurdos son el pueblo sin estado más numeroso del mundo y el que a más exterminios ha sido sometido a lo largo de la historia.
La base del conflicto es la riqueza natural de esta zona en la que es abundante el petróleo, el agua, robles, las zonas de pastoreo y de cereal. Además de ser cruce de rutas y encuentro de tres continentes.
La represión comenzó tras la I Guerra Mundial, cuando comienza la lucha por repartirse el territorio.
El conflicto se produce de distinta forma según el país:
La mayor presión es ejercida por Turquía, que extrae la totalidad del petróleo de su país de su porción de Kurdistán. Su lucha consiste en la despoblación del terreno mediante los asesinatos que siembran el miedo y hacen que la población emigre.
Como respuesta a estas agresiones, el pueblo kurdo se ha organizado en partidos políticos y guerrillas para luchar por sus derechos como pueblo. El partido político con más peso es el P.K.K, (Partido de los trabajadores de Kurdistán) fundado en 1985 en Turquía, y que propugna el estado federal formado por turcos y kurdos. Desde 1995 se produce un parlamento Kurdo en el exilio: el P.K.E reconocido por La Haya. Es la única representación internacional de este pueblo y está compuesto por miembros del FLNK (Frente de liberación nacional del kurdistán y brazo político del PKK), del H.A.D.E.P. (representantes del movimiento islámico no fundamentalista), intelectuales, mujeres y personalidades independientes. Su objetivo conseguir, con el apoyo internacional, el cese del fuego en Turquía y negociar una solución política del conflicto.
En Irak, se reconoce a los kurdos como pueblo y admiten su sistema autonómico siempre que se encuentre bajo el poder del gobierno iraquí. Las principales partidos kurdas en Irak son: el P.D.K. (partido democrático del kurdistán) y el UPK (unión patriótica del Kurdistán).
En Siria los kurdos han sido tratados con mayor respeto e incluso se han concedido algunas de sus peticiones. Pero Turquía, al ver que esto ocurría, intervino llegando a un acuerdo con Siria para retirar su apoyo al pueblo kurdo.
En los últimos años estos tres países se han unido en su lucha contra el pueblo kurdo. Esto ha provocado la intervención de los países occidentales, que actúan abogando por una resolución política pero que también abastecen de armas a los implicados en los conflictos, por ejemplo EEUU, que abastece a Turquía.
Los kurdos no pueden esperar solucionar este conflicto mediante alianzas y el miedo a alterar el precario equilibrio de esta zona, la posibilidad de un cambio de fronteras y las pérdidas de yacimientos petrolíferos por parte de alguno de estos países hacen que el conflicto continúe abierto.
Verónica Cancela Senín